Jardines responsables

Las islas atesoran casi siempre un gran número de plantas únicas. Estos endemismos evolucionan a partir de plantas que llegan de distintas formas desde el continente u otras islas, diversificándose en una llamativa cantidad de especies mediante un proceso llamado radiación adaptativa.

Gran Canaria es un territorio que se beneficia de este fenómeno, y Artenara por su localización en la isla alberga endemismos de todos los ecosistemas. Gestionando con conocimiento los espacios ajardinables es muy fácil contribuir a la divulgación de uno de los valores únicos del municipio, su flora.

Tomillo del pinar (Micromeria pineolens), endemismo de los pinares de Tamadaba y Altavista.

Es algo probado, aunque poco conocido, que la biodiversidad del planeta tiene su base en las plantas. Por eso son básicas en la conservación de la biosfera. Los mamíferos, aves, reptiles y el resto de animales son sostenidos por los vegetales. La inmensa diversidad de plantas del planeta es fundamental para la vida humana, proporciona los alimentos que comemos, las medicinas que nos curan, los materiales con los que hacemos casas y ropa, los combustibles que impulsan a nuestras sociedades necesitadas de energía. Toda la vida depende de la capacidad de las plantas para captar la energía solar y convertirla en la energía química que todo organismo necesita para sobrevivir.

Los jardines pueden ser la salvación de plantas amenazadas en estado natural y un buen recurso para la educación ambiental, pero también pueden ser foco de desequilibrios biológicos causados por el desconocimiento a la hora de su cuidado y mantenimiento. El uso de especies locales, adaptadas a las condiciones del lugar, es una práctica responsable

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