Nómadas en aprietos
Que nuestra manera de gestionar el territorio es egoísta y perjudicial para muchas otras especies es un secreto a voces.
Que la forma en que trazamos líneas imaginarias para diferenciar entre espacios protegidos y desprotegidos es absurda e ineficaz de cara a la conservación de los ecosistemas, es una evidencia.
Que millones de aves que vuelan temporada tras temporada entre
distantes regiones del planeta -en lo que representa una de las formas
de vida más interesantes y maravillosas- viven un momento trágico, es
una realidad.
El hábitat de las aves migratorias es casi infinito, y nosotros pocas veces lo tenemos en consideración, año tras año, miles de estos animales regresan a sus lugares de descanso o reproducción y se encuentran con la peor de las sorpresas.
En Artenara hay lugares de mucha importancia para este grupo de aves, es nuestro deber conocerlos y conservarlos para que lo sigan siendo por mucho tiempo.
Que la forma en que trazamos líneas imaginarias para diferenciar entre espacios protegidos y desprotegidos es absurda e ineficaz de cara a la conservación de los ecosistemas, es una evidencia.
El petrel de Bulwer es una de las aves oceánicas que crían en Gran Canaria |
El hábitat de las aves migratorias es casi infinito, y nosotros pocas veces lo tenemos en consideración, año tras año, miles de estos animales regresan a sus lugares de descanso o reproducción y se encuentran con la peor de las sorpresas.
En Artenara hay lugares de mucha importancia para este grupo de aves, es nuestro deber conocerlos y conservarlos para que lo sigan siendo por mucho tiempo.
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